PEQUEÑA REFLEXIÓN SOBRE LA LEPRA
Después de una vida de trabajar con leprosos el Dr. Paul Brand fue comprendiendo que el dolor no es el enemigo que las culturas occidentales han pensado, sino un sofisticado sistema biológico que nos previene del daño y nos proteje.
La lepra no hace que partes de un cuerpo enfermo caigan, como se piensa popularmente, sino que causa insensibilidad haciendo que los leprosos se mutilen solos. Durante su vida el dr. Brand recogió múltiples veces este testimonio de sus pacientes:
Por su puesto, puedo ver mis manos y mis pies, pero de alguna manera no se sienten como una parte de mí. Se sienten tan sólo como herramientas.
Esto venía leyendo en el tren cuando me dio una punzada en el estómago (si a alguien le caen los veintes de manera distinta lo envidio). ¡Pero es que es ESO! ¡Es exactamente ESO lo que le pasa a esta sociedad! La exacerbada promoción del individualismo actúa como anestesia frente al dolor del otro, frente a la natural empatía que sentimos por el dolor del otro.
Claro, el dolor siempre es desagradable, ése es todo el punto. Es un llamado urgente a actuar. Pero qué ceguera, qué aberrante reacción es anestesiarte ante el daño.
Esta actitud es ignoracia por elección propia. Quizá piensas que el dolor es tan grande que no puedes con él, es muy fácil sentirse sobrepasado, es muy fácil evitar sentirse sobrepasado y mejor voltear los ojos a otro lado.
No sabemos cuándo las consecuencias de la cobardía nos van a alcanzar.
Investigar cómo viven los obreros chinos no es divertido. Saber que hay indígenas defensores de derechos humanos en la cárcel es garantizarte un dolor de cabeza. ¿No es mejor hacer como que nada pasa? ¿Acaso no nos ha funcionado bien la estrategia del avestruz hasta ahora?
Creer que no tenemos que agradecer nada a nadie, ni a los que nos alimentan o nos visten con sus vidas, nos deja inevitablemente en esa situación donde seguimos buscando qué podemos obtener de los otros, como si de herramientas se trataran. Esa falta de sensibilidad es síntoma de lepra.
Y este nosotros queda condenado a moverse (¿avanzar?) deforme, mutilado.
Entre en este portal buscando una fotografía del Leprocomio de Isla de Providencia de 1881. Mi bisabuelo, Don Eduardo Ball Celis, formó parte de la Junta de Administración y Gobierno, compuesta de cinco notables ciudadanos, nombrada por el Presidente del Estado Sr. Bernardo Tineo Velazco mediante decreto del 13 de Octubre de 1880. Excelente artículo.
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